Los jóvenes y la tecnología
Conceptualmente, la tecnología siempre ha sido temida. Solo hay que echar un ojo a la hemeroteca para recordar esos vértigos al ferrocarril, «ese diablo al que le llaman tren», o los sentimientos de rechazo hacia la radio, televisión, internet y el smartphone, que hoy, en tiempos de nomofobia, son vistos como chistes vetustos, comedia intergeneracional.

En cambio, siempre hay un sector de población que abraza estas novedades sin miedo: los menores, ya sean niños o pubescentes. Pensemos que el 89,9% de los adolescentes españoles tiene un smartphone. Y aunque su uso no esté destinado a nada oscuro ni perverso —el 75,6% lo destaca para escuchar música y el 45,8% para chatear, más datos aquí—, la realidad se impone: no pocas veces el impacto real de la tecnología en los jóvenes es pernicioso. Ya lo apuntaban los estudios de Por un uso Love de la tecnología de Orange.
Lo que sigue es un examen exhaustivo, según los últimos informes publicados, del rostro más oscuro de la tecnología como catalizador de acoso, interacción sexual y ludopatía. Escenarios que cada día son tratados con más seriedad y profundidad con campañas como Por un uso Love de la tecnología, donde se pueden encontrar consejos y recomendaciones para evitar o tratar estos riesgos.

Cyberbulling
El cyberbullying es uno de los principales temas de conversación en las aulas cuando se relaciona tecnología e interacción social. En Estados Unidos, un 34% de los niños dice haberlo experimentado al menos una vez. Un 36,2% de los chavales encuestados en este estudio afirmó conocer niños que han sido víctimas —un 26,9% reconoce a compañeros a los que le han robado datos— y alrededor del 38% de las víctimas están dispuestas a admitirlo ante sus padres.
Estamos hablando de cifras terribles: más de 1 de cada 3 jóvenes ha experimentado estas amenazas o acosos en línea. Y la conciencia global del ciberacoso no es tan amplia. ¿Qué sentimientos produce? El 66% de las chicas víctimas de este ciberacoso dice que siente, ante todo, impotencia.
Un acoso selectivo que podemos ampliar a ciertos sectores de población. 210 de 1.000 víctimas de acoso escolar son chicas de Secundaria con un color de piel diferente y hasta el 42% de los jóvenes LGBT han experimentado ciberacoso. Una cifra que podría ser superior: algunos casos nunca se confiesan. La conexión entre tecnología e intimidación conecta en una franja de edad donde casi todos tienen móvil y casi todos tienen una o más cuentas en varias redes sociales, especialmente en Instagram.

Tengamos en cuenta una certeza más peligrosa: menos de 1 de cada 5 incidentes es denunciado a la policía y, aunque en muchas ocasiones este acoso es algo residual, entre el 10 y el 20% lo experimentan regularmente. Es decir, pasa a ser algo común en su lenguaje estudiantil. Esto es determinante y especialmente peligroso en su percepción social y educación como ciudadano.
consultado en:
https://blog.orange.es/responsabilidad-social-corporativa/jovenes-tecnologia-cifras-datos/