Conceptualmente, la tecnología siempre ha sido temida. Solo hay que echar un ojo a la hemeroteca para recordar esos vértigos al ferrocarril, «ese diablo al que le llaman tren», o
Conceptualmente, la tecnología siempre ha sido temida. Solo hay que echar un ojo a la hemeroteca para recordar esos vértigos al ferrocarril, «ese diablo al que le llaman tren», o